Annie Baby y J. Horror llevan en su ADN la pasión por Cramps y su visión primitiva del rock'n'roll, sin obviar a otros afines como Subsonics, Ramones, The Gories o Desechables. Eso precisamente es lo que demostraron en el escenario del madrileño Fun House, colgando previamente el cartel de entradas agotadas. La batería y la guitarra son suficientes para cautivar a la audiencia que disfrutó y bailó hasta la extenuación con himnos tan adictivos como “La gente apesta”, “Me estoy peinando”, “Hija de puta”, “Sube el volumen del transistor” o “Psicofonía en la tumba de Johnny Cash”. Melodías que encandilaron al público convirtiéndolo en parte muy activa del concierto, animándose al ritmo del son endiablado del dúo musical. Para el final y alborozo de la sala, interpretaron ese imparable y salvaje himno titulado “Sonrío demasiado para ser tan pobre”.

Abrieron la noche Charnobyl, combo de punk rock radiactivo creado en algún sótano de la ciudad de Prípiat

Autor: Rafa García-Moreno